Descoloque alfabético [y más]
POR PILAR AGUILAR-TRIBUNA FEMINISTA.
Analisis previo de osvaldo buscaya
Pilar Aguilar expresa que, [– Otra a todos los partidos que apoyan la ley trans: para acabar con discriminaciones e injusticias, deben generalizar y declarar legales todos los sentimientos y autopercepciones, no solo la de los trans. Resulta muy discriminatorio que no baste con autodeclararse discapacitado para acogerse a medidas que intentan paliar la desigualdad de las personas con alguna discapacidad. Y lo mismo cabe reclamar sobre el paro, la jubilación, la nacionalidad y etc. O sea, aquello de “O jugamos todos o se rompe la baraja”. Nota: lo que queda claro es que a las mujeres siempre nos dejan fuera del juego.]
Pues, para aproximarnos al resultado de la comprensión mental de estos psicopatológicos en el poder y su desquiciada conducta, considero algunos de los detalles de sus numerosas y variadas afectaciones narcisistas: En la compresión del infantil varón el complejo de Edipo se le impone en doble sentido, activo y pasivo, de acuerdo con la disposición bisexual del varón, pues, por un lado, aparte de querer eliminar al padre como rival, también quiere sustituir a la madre como objeto amoroso del mismo padre, es decir, su actitud femenina. Pues, cuando toman el poder éstos enredados mentales, proyectan todas sus contradicciones regresivas criminales infantiles, sobre la masa idiota sometida.
El sentido y la verdad del feminismo (la mujer) es absolutamente la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual.
Buenos Aires
Argentina
13 de diciembre de 2024
Osvaldo V. Buscaya (1939/2024)
OBya
Psicoanalítico (Freud)
*Femeninologia
*Ciencia de lo femenino
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Descoloque alfabético [y más]POR PILAR AGUILAR-TRIBUNA FEMINISTA.
Pilar Aguilarhttp://pilaraguilarcine.blogspot.com.es/
Analista de ficción audiovisual y crítica de cine. Licenciada en Ciencias Cinematográficas y Audiovisuales por la Universidad Denis Diderot de París. Lee el blog de cine de Pilar Aguilar: http://pilaraguilarcine.blogspot.com.es
8 de diciembre de 2024
Después del Congreso del PSOE bullen opiniones encontradas: algunas voces acusan a ese partido de haber traicionado sus sagrados deberes para con el transactivismo al amputar la ristra LGTBI de su preciado Q+. Otras voces muestran su alborozo y catalogan el corte de abecedario como un gran triunfo del feminismo.
A mí este asunto no me da ni frío ni calor.
Lo que realmente me importa -y lo que exijo- es que dejen (el PSOE y todos los demás) de amalgamar opciones sexuales con problemas de aceptación de la propia realidad corporal. Porque, una persona que se siente atraída erótica y/o amorosamente por otra de su mismo sexo ¿qué tiene en común con una persona que rechaza su condición biológica?
A ver, un símil: alguien omnívoro, vegano o vegetariano ¿qué tiene en común con alguien que, midiendo 180 cm y pesando 40 kg, se mira al espejo y se ve obeso?
Esto último se entiende fácilmente: comer o no comer carne no tiene ningún parentesco taxonómico ni de ningún tipo con padecer bulimia, anorexia, obesidad mórbida o cualquier otro trastorno alimentario.
Pero, curiosamente, cuando se equipara a una lesbiana (mujer que se siente atraída sexualmente por otra mujer) con un hombre que, pese a tener cromosomas XY en los aproximadamente 30 billones de su cuerpo, dice ser mujer, entonces, se acepta sin rechistar tan aberrante, irracional e ilógica agrupación.
Sabemos que el transactivismo ignora la realidad y la sustituye por una especie de creencia mística-alucinada: es mujer quien gusta de faldas y tacones, es hombre quien gusta de futbol y puñetazos. O es mujer aquel que, sin salirse ni un pelo del rol de macho, “se siente femenina”. Y si no se siente ni hombre, ni mujer, ni nada, pues se inventa un pronombre y añade una letra al ++++. Y ya, tan ricamente.
El feminismo, por el contrario, ni ignora ni lucha contra la realidad biológica sino contra esas camisas de fuerza que se nos imponen según nuestro sexo. El objetivo del feminismo es acabar con el brutal corsé de los géneros (corsé incomparablemente más opresor, violento y limitante para las mujeres).
Pero no es el objetivo de este artículo analizar el transgenerismo, sino el de repudiar esos “maridajes” alucinados que amalgaman homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad con los problemas psicológicos de quienes niegan y rechazan su materialidad corporal.
Cierto, el transactivismo no contento con haber fagocitado y acaparado la lucha LGB, trata, además, de convencer a las chicas que se sienten atraídas por otras chicas de que no son lesbianas sino chicos porque, lesbianas de verdad, solo lo son los hombres que se autoperciben mujeres, tipo Alex, el soldado Paco, Duval y etc.
Pero, recentrando el tema: la sopa de letras me da igual. A lo que me opongo es a que se equiparen gustos sexuales con problemas psicológicos-identitarios. Aunque, puestas a coleccionar letras, casi prefiero que añadan cuantas más mejor para que así quede meridianamente claro el desvarío.
En otra enmienda del Congreso del PSOE se dice que los hombres biológicos no podrán competir en categorías deportivas femeninas (se requiere un morro hiperdesarrollado para negar que permitirlo discrimina brutalmente a las mujeres, pero sabemos que hay quien lo tiene). La enmienda está bien aunque, a ver, es como si, después de haber apaleando a alguien, le pones tirita en una herida mientras el resto del cuerpo sigue sangrando. Y es que, si no derogan la ley trans, el desatino va viento en popa.
Así, el día 5 de este mes, se ha sabido de un señor que ha aprobado la oposición a bombero porque se ha declarado mujer y, claro, en las pruebas físicas, ha arrasado. Me pregunto si tendremos que esperar al próximo congreso del PSOE para que arreglen la pifia bomberil (que es solo una más y ni siquiera la de mayor gravedad).
Y, para acabar, dos modestas peticiones:
-Una al PSOE: como ha aprobado que los hombres (se sientan lo que se sientan) no deben competir en categorías deportivas femeninas, se deben modificar la ley del Deporte y las 14 leyes autonómicas que lo permiten. Tiene que hacerlo sin tardanza, salvo si el cinismo del PSOE alcanza cotas estratosféricas, claro.
– Otra a todos los partidos que apoyan la ley trans: para acabar con discriminaciones e injusticias, deben generalizar y declarar legales todos los sentimientos y autopercepciones, no solo la de los trans. Resulta muy discriminatorio que no baste con autodeclararse discapacitado para acogerse a medidas que intentan paliar la desigualdad de las personas con alguna discapacidad. Y lo mismo cabe reclamar sobre el paro, la jubilación, la nacionalidad y etc.
O sea, aquello de “O jugamos todos o se rompe la baraja”.
Nota: lo que queda claro es que a las mujeres siempre nos dejan fuera del juego.